En la Clínica Dental Andrea Yanes Dentista, entendemos la importancia de una higiene bucal completa y eficaz. En nuestra rutina diaria de limpieza bucal, a menudo hay una zona que tiende a ser ignorada: la zona interdental. Después de cada comida, solemos coger el cepillo, aplicar la pasta dental y limpiar nuestros dientes durante dos minutos, considerándolo suficiente. Sin embargo, ¿qué ocurre con la limpieza entre los dientes?
Cabe destacar que el 80% de las caries, la afección dental más común, se origina en la zona interdental. Estos números subrayan la necesidad de concienciar a las personas sobre la importancia de utilizar productos adicionales al cepillo y la pasta dental para una limpieza bucal adecuada. Lo que ocurre en nuestra boca no solo afecta a nuestra salud bucal, sino que también tiene un impacto directo en nuestra salud general.
La zona interdental, debido a sus características físicas, es de difícil acceso. Al cepillarnos los dientes sin más, pueden quedar restos de alimentos y placa bacteriana en estos espacios, lo que con el tiempo puede derivar en la aparición de caries, enfermedades de las encías y mal aliento. La prevención, basada en una buena higiene bucal, es el primer paso para mantener una boca sana.
Cuidados zona interdental
Cada boca es única y presenta particularidades que requieren respuestas y soluciones específicas. Es indispensable escoger y usar el producto interdental adecuado según cada boca o espacio interdental, como la seda dental, el cepillo interdental o el irrigador bucal, así como adquirir el hábito de limpiarnos entre los dientes e integrarlo en la rutina de higiene bucal diaria desde edades tempranas, junto al cepillado dental y el uso de enjuagues bucales.
En bocas con espacios interdentales estrechos, la seda dental, la cinta dental y el flosser (hilo dental en un mango para facilitar su uso) son productos adecuados para eliminar los restos de alimentos y la placa bacteriana. En cambio, en bocas con espacios interdentales más amplios, los cepillos interproximales, utilizados siempre de manera suave, son los más apropiados. Además, el irrigador bucal es otro producto que, además de eliminar el biofilm y los restos de comida mediante un chorro de agua, también controla la inflamación de las encías y la gingivitis, reduciendo el sangrado.
Incorporar el uso de estos productos en nuestros hábitos de higiene bucal diaria mejorará nuestra salud bucal y general. Nuestros dientes y encías lo agradecerán, y nosotras también.
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